"La adicción a los analgésicos".

Saludos muy cariñosos y cordiales para mis almas inmunológicas.

Hoy les hablare sobre la adicción que causan algunos analgésicos. Cuando se tiene una condición de salud como la mía (recuerden que no me gusta llamarla enfermedad porque lo considero negativo), los dolores musculares y articulares se vuelven parte de nuestra rutina diaria. En la mayoría de los casos imposibilitan a las personas a la hora de laborar bien sea en la casa o en el trabajo, lo que trae como consecuencia una fuerte depresión por no poder vivir la vida que todo merecemos y a la que estábamos acostumbrados. Cuando les digo esto es porque lo he vivido en carne propia, he sido victima de los fuertes analgésicos para contrarrestar los fuertes dolores a los que era sometida constantemente y que me hicieron sentir ansiedad y depresión por mucho tiempo. Recuerdo que los tomaba a diario y de varias marcas y miligramos, sobre todo en la noche para poder dormir y no quejarme en la madrugada de algún malestar. Me volví tan adicta a ellos que cuando los empece a dejar de tomar, me dieron muchos síntomas de abstinencia, si esos mismos que les dan a los drogadictos cuando dejan esas sustancias. Sentía temblores, fiebre nocturna, nerviosismo en el día, mal humos, dolores de cabeza y taquicardia. Fue horrible desintoxicar mi cuerpo de esos medicamentos, me costo muchos días, pero lo realmente importante es que logre vivir sin ellos. 

Cuando de verdad quise tomar las riendas de mi vida y de mi salud, tome buenas decisiones para mejorar; empece a cambiar mi forma de pensar tan negativa y deje de verme con lastima y como una persona enferma y sin esperanzas. Comencé actividades como la meditación para calmar la ansiedad, hacer yoga para estirar bien mis músculos y así disminuir los dolores, después me entusiasme con las clases de combate que me ayudan a drenar y me enseñan defensa personal y mejoran mi concentración, y con el zumba ademas que me divierto mucho he aprendido a bailar y a conocer muchas personas agradables. Por supuesto que a veces no todo es perfecto y no quiero que lo sea, en ocasiones tengo algún dolorcito por allí pero lo trato con mucho amor y descanso. No he necesitado de analgésicos, por lo menos no de ese tipo como la Lyrica de 300 mg desde hace meses y me siento muy saludable gracias a Dios.

Con esto no quiero decir que si el médico te lo recomienda no lo tomes, al contrario, debes hablar con él y decirle que no te recete dosis tan altas, porque mas adelante pueden provocarte adicción. Recuerda siempre mantener una buena relación con tu doctor y comunicarle cualquier síntoma que tengas. y sobre todo recuerda verte como un ser maravilloso y sano en todo momento, manten la fe en tu corazón y lograras sanar de adentro hacia fuera, hazme caso y tu vida cambiara.

Les envió muchos apapachos, bendiciones y abrazos inmunológicos...hasta pronto!

"Alma Inmunológica".

           Meuriam